enero 28, 2020
Es muy común encontrar líderes que llegaron a su posición actual gracias a un alto nivel de desarrollo de competencias técnicas en un área específica, pero sin haber desarrollado sus competencias de liderazgo. Por ejemplo, el gerente de ventas que siempre ha sido muy buen vendedor, pero que no sabe cómo facilitar el desarrollo del equipo que ahora tiene a su cargo. O el gerente de finanzas que es excelente implementando estrategias para controlar y disminuir los costos, pero que no ha recibido ningún tipo de entrenamiento para liderar a otros.
Sabemos que no existe un enfoque “único” para el liderazgo; cada líder tiene su propio estilo y métodos para motivar a sus colaboradores con base en lo que le funciona mejor. Sin embargo, estamos en un momento en el que las empresas luchan no solo por conseguir, sino también, por retener el mejor talento, ya que saben que si no implementan planes que favorezcan el desarrollo de cada colaborador, estos se irán con la competencia.
Las habilidades de coaching permiten que los líderes generen conversaciones significativas con sus colaboradores, para pasar de ser administradores de tareas a ser verdaderos líderes que faciliten el desarrollo de talento de cada individuo a su cargo, moviéndolos a la acción para conseguir resultados.
Muchas empresas no solo contratan coaches para que apoyen a sus ejecutivos líderes a alcanzar metas, sino implementan estrategias para desarrollar en sus líderes las habilidades de coaching que los lleven a empoderar a sus colaboradores y a facilitar el cumplimiento de objetivos de sus equipos. Mediante estas acciones generan culturas organizacionales en las que el líder es un coach que favorece el aprendizaje de otros.
En un artículo publicado por la revista Forbes, Magda Mook, directora ejecutiva la ICF (International Coach Federation) citó un estudio sobre coaching realizado en 2015 por la ICF y el Human Capital Institute (HCI). Su investigación reveló que el 81% de las organizaciones encuestadas planeaba incrementar el uso de habilidades de coaching en sus gerentes/líderes, aumentar en un 72% en el uso de coaches internos y en un 35% en el uso de coaches externos.
Los líderes que utilizan habilidades de coaching para contribuir al desarrollo del talento de sus equipos son capaces de delegar, lo que les permite enfocarse más en lo estratégico y menos en lo operativo, y hacer su trabajo en un tiempo menor, lo que también contribuye a su bienestar, al no sobrecargarse con tareas que sus colaboradores pueden llevar a cabo.
En otro artículo de la revista Forbes titulado How Coaching Really Works, And How To Make The Most Of It dice que las organizaciones que cultivan culturas de coaching ven un retorno de la inversión del 529%. ¡Impresionante! Cuando las organizaciones promueven estilos de liderazgo donde los líderes cumplen el rol de un coach con sus equipos, permiten que se genere una cultura de aprendizaje en la que se obtiene lo mejor del talento humano, producen un ambiente de trabajo que mantiene en alto los niveles de motivación, lo cual es clave para el éxito de la empresa.
Si no has identificado cuál es tu estilo de liderazgo o te encuentras en el proceso de perfeccionarlo -independientemente de la posición que desempeñes en tu organización-, te recomiendo que consideres desarrollar tu liderazgo desde la mentalidad de un coach.
Las habilidades básicas de coaching como la empatía, brindar retroalimentación, crear confianza, el enfoque a resultados y escuchar activamente van de la mano con ser un buen líder, por lo que este estilo te será muy efectivo. Cuando incorpores estas habilidades a tu gestión mejorarás tu comunicación y relaciones; contribuirás al alcance de metas de tu equipo, y facilitarás el aprendizaje de tus colaboradores.
*Artículo tomado de https://idesaa.edu.mx/
Afiliados a: